Trae la mañana un olor agridulce mezcla de cansancios y asfalto. Los
silencios flotan, van y vienen, desorientados, por los rincones. Camino
despacio alerta al movimiento de las sombras y a esos hedores que invaden la
calle. Olor, silencio, sombras, mensajes invisibles que intento leer en la endeble
línea de un verso. Es sábado, tú nombre flota en el espacio hasta desaparecer
en este laberinto de olores y gestos.
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