domingo, 20 de enero de 2019

Vendedor de conchas.




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Rodrigo ha llegado al despacho para venderme unas conchas. Me ha explicado el origen de cada una justificando su precio. No he podido resistir ante la seducción del vendedor y he comprado las que él me ha elegido. No está mal este convencer para colocar el producto con la convicción de que es lo mejor. Su forma de provocar la compra, sin tener necesidad de ello, está en la línea del mejor consumismo. Este crío pronto empieza. Y lo peor es que la responsabilidad no está en el que vende sino en aquel que compra.

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