Hay días que dudo entre leer con música o sin ella. Al fin y al cabo mi intención es sencillamente la de leer, consintiendo en esa aventura de introducirme en paisajes extraños, incluso diferentes a los que el autor quiso expresar. A pesar de todo, cuando al leer pongo música, a veces, me sitúo en otra panorámica donde los personajes huelen de otra manera y las tonalidades del ambiente descrito se acomodan a los ritmos del pentagrama escogido. No obstante, dudo entre leer a secas, manteniendo esa calma que ignora los ruidos de la avenida, o poner música para amortiguarlos.
1 comentario:
Hola Tino...yo no tengo duda:
yo necesito el silencio para leer, leer 'a secas'y centrarme en cada línea y mantener esa calma para entrarme sólo en el ruido de las letras.
;)
un abrazo
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