Cuando todo parece esfumarse,
el pensamiento acelera las vísceras,
tú juegas a no existir, la vida la siento del revés
el pensamiento acelera las vísceras,
tú juegas a no existir, la vida la siento del revés
y el mar está lejos, todo se convierte
en la imagen de una mentira,
la existencia se estrecha,
la lucha de convierte
en un sucedáneo narcisista
y siento que el horizonte
me asfixia y quiero morir...
Entonces, en ese preciso instante
a punto de sucumbir y a pesar del nublado,
la luz aparece en la sonrisa de mi hijo...
y en él descubro que todo se cierra en una victoria:
La vida, sin caretas, que no mendiga amor.
y en él descubro que todo se cierra en una victoria:
La vida, sin caretas, que no mendiga amor.
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