Puesto de pie en medio de la mañana,
llegan otros olores de frontera y la brisa
horizontal del asfalto se eleva
trepando por los muros.
horizontal del asfalto se eleva
trepando por los muros.
Como un gato en la noche
percibo estas raíces del tiempo,
esa distancia que se prolonga
entre mi caricia y tu no estar.
Pesan, se abisman y alimentan la sangre
de la memoria. Con escalofríos te pienso.
de la memoria. Con escalofríos te pienso.
Un rastro de tu luz me persigue
por toda la casa.
por toda la casa.
Puesto de pie, en medio
de este sentimiento encontrado
gira, como una noria, la pasión.
Despacio, aletea una ligera inquietud.
Sobre los ruidos un sonido de risas;
más allá, el diálogo mudo de las plantas.
Y esta amargura, en el fondo del alma,
anudando la sangre a las horas.
Miro mis manos, tú no estás.
No huelo tu piel entre los pliegues
de mi carne. Mi boca, un desierto
que busca saciar este anhelo de ti.
Puesto de pie, en medio de este círculo
sin-palabras, mudo, exhausto, dejo que la vida
se imponga. Y sueño, en un arrebato de alas,
con nuestra isla imposible.
Miro mis manos, tú no estás.
No huelo tu piel entre los pliegues
de mi carne. Mi boca, un desierto
que busca saciar este anhelo de ti.
Puesto de pie, en medio de este círculo
sin-palabras, mudo, exhausto, dejo que la vida
se imponga. Y sueño, en un arrebato de alas,
con nuestra isla imposible.
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