Como
una nave rota y a la deriva,
con
el hálito en un puño, y la vista
en
el horizonte, abro esta página
sin
terminar. Las notas no fluyen.
Permanezco en penumbra...
Como
un tenor sin voz, impotente,
perdido,
espero tus palabras.
Porque
las palabras cabalgan
sujetas
a la cintura de Hermes.
Todo sigue en silencio,
sin eco.
Como
un inválido, a gatas,
con
las manos abiertas,
araño
la tierra que pisaste y la beso.
Quiero volar pero tú tienes mis alas.
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